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Adolfo Pérez Esquivel indicó sobre el Foro de Pensamiento Crítico, organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), que el objetivo es “repensar la situación que viven nuestros pueblos a nivel mundial” y sostuvo que “los diagnósticos los tenemos, ahora lo importante es qué queremos construir y para qué”.
“Tenemos que repensar la democracia delegativa donde entregamos todo el poder y después los gobernantes hacen lo que quieren y no lo que deben”, sostuvo en diálogo con , y agregó que “tenemos que construir la democracia participativa” para que el pueblo “tenga instrumentos jurídicos para poner freno a esto”.
Para el Premio Nobel de la Paz, el avance de la derecha en la región “se hace a través de Estados Unidos” y agregó que “hay una cosa que se viene que es la nueva democracia que quieren imponer los militares en América Latina” para lo que “no necesitan sacar a las Fuerzas Armadas”.
El Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico se va a realizar desde mañana hasta el 23 de noviembre en Buenos Aires y van a participar de las conferencias bajo la consigna “Las luchas por la igualdad, la justicia social y la democracia en un mundo turbulento”; el propio Pérez Esquivel, Cristina Fernández de Kirchner, Dilma Roussef, José “Pepe” Mujica, el vicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera, Piedad Córdoba, el intelectual franco español Ignacio Ramonet, el ex candidato a presidente de Brasil Fernando Haddad y el de Colombia Gustavo Petro, y el jurista español Baltasar Garzón, entre muchos otros.
-¿Cuál es la importancia del foro organizado por Clacso?
-El pensamiento crítico implica tratar de repensar la situación que viven nuestros pueblos a nivel mundial y esperamos que sea un aporte para encontrar nuevos caminos y nuevas visiones. Justo después viene el G 20, representantes de las grandes corporaciones, los grandes sistemas económicos y la dominación, donde nuestros pueblos van perdiendo la soberanía, la autonomía, con gobiernos que son proclives a esto. Tenemos que tener en cuenta lo que está pasando en Brasil, que hasta los favelados terminaron votando a Bolsonaro, qué pasa con los medios de comunicación. El pensamiento crítico apunta a repensar cuál es la filosofía, la espiritualidad, el pensamiento de los pueblos para encontrar caminos; qué pasa hoy la democracia que está tan bastardeada y tan castigada.
-¿Por qué cree que se da este avance de las derechas en el continente y en el mundo?
-Esto lo venimos trabajando hace mucho tiempo, lo que te voy a decir es una pequeña síntesis de esto, hay mecanismos a través de los grandes medios de comunicación, de las redes, de generar lo que nosotros llamamos en psicología social la suspensión de conciencia. Si se logra que todos piensen lo mismo, que hagan lo mismo, entonces las culpabilidades se diluyen en lo colectivo. Entonces el comportamiento es éste, Bolsonaro gana después de decir las barbaridades que dijo, que está contra los afrodescendientes, contra las mujeres, contra los favelados, contra el movimiento de los sin tierra y gana en las favelas. Estos son comportamientos inducidos donde tienen que ver mucho los medios de comunicación, como hoy manipulan las conciencias colectivas, y en esto hay que estar muy atentos frente a lo que va a venir. Este pensamiento inducido no es una conciencia crítica, tenemos que pensar cómo contrarrestar esta dominación porque, por ejemplo, hay cosas que la gente no habla; no habla de la soberanía, de la autodeterminación de los pueblos, no habla de la liberación, pero habla del dólar. El dólar suplanta a Dios, entonces dónde están los valores. Esto tiene que ver con los valores, con la actitud que tenemos frente a la vida, qué queremos. Un antiguo proverbio dice: si no sabes adónde vas regresa para saber de dónde vienes. Entonces me parece que esta reunión del pensamiento crítico a la que va a venir Dilma Roussef, Pepe Mujica, va a estar Cristina, y va a haber muchos pensadores internacionales,
-¿Cuál es el papel de Estados Unidos en todo esto?
-La presencia de Estados Unidos siempre está ahí. Todo esto se hace a través de Estados Unidos. El golpe de Estado a Manuel Zelaya en Honduras, el golpe de Estado a Fernando Lugo en Paraguay, a Dilma Rousseff para sacar a Lula del medio. En esta manipulación de los medios de comunicación lógicamente está la mano de Estados Unidos. Pero hay una cosa que se viene y es la nueva democracia que quieren imponer los militares en América Latina y que tiene que ver el departamento de Estado norteamericano. Y la manipulación del Poder Judicial, porque Estados Unidos viene trabajando en el Poder Judicial. Los Sergio Moro, los Bonadio, que van y reciben formación e instrucciones en los Estados Unidos. Esto es grave porque hoy no necesitan sacar las Fuerzas Armadas, pero sí van a implantar lo que llaman la nueva democracia. El miedo a la inseguridad en la gente. Ellos van a asegurar la seguridad, pero para esto el pueblo va a tener menos participación social, va a tener más control social, va a perder sus derechos como ciudadanos porque ellos son la garantía de la seguridad. Y mucho de lo que pasó en Brasil es porque la gente tiene miedo. Entonces sobre el miedo no se puede construir, sobre la inseguridad ellos quieren seguridad, que significa más policía, menos libertades públicas. La seguridad para nosotros es salud, educación, vivienda y trabajo; una vida digna. Pero para ellos la seguridad es el miedo y para controlar el miedo ponen más policías, más control social y menos libertad. Ese es el cambio. Eso es lo que tenemos que ir pensando para no ser esclavos en un sistema de dominación.
-¿Cómo analiza la situación en el país pensando en las elecciones del año que viene?
-Aquí están bastardeando y desarticulando el país. Lamentablemente están entregando todo a manos de las grandes corporaciones. Bolsonaro dijo que lo que quiere hacer es privatizar todas las empresas nacionales. Aquí también. ¿Por qué está el problema de Aerolíneas? Porque quieren privatizarla. Nos condicionan y nos someten al Fondo Monetario Internacional, aumentan el presupuesto de las Fuerzas Armadas, de Gendarmería y las Fuerzas de seguridad y bajan los presupuestos de educación y salud. Ahora, cuidado porque a este gobierno lo votó el pueblo. A Bolsonaro lo votó el pueblo. Entonces tenemos que repensar la democracia, esta democracia delegativa donde entregamos todo el poder y después los gobernantes hacen lo que quieren y no lo que deben. Es de sometimiento. Tenemos que construir, y este es el desafío del pensamiento crítico, la democracia participativa. Que el pueblo no delegue todo el poder, que tenga instrumentos jurídicos para poner freno a esto, porque nos vamos a quedar sin territorio, sin soberanía. Y un pueblo sin soberanía no es pueblo, son esclavos, son sometidos. Esto es lo que tenemos que trabajar.
-Se habla de que el foro va a ser una contracumbre al G 20.
-La contracumbre al pensamiento crítico es el G20. No somos nosotros. La contracumbre es el G20. Porque van a venir a imponer todas estas cosas, y después la mentira. La mentira es tan tremenda, a través de los medios de comunicación, lo que llaman la posverdad; que a la gente le hacen creer la mentira, no la verdad, que es el pensamiento crítico. Ese es el desafío grande que tenemos que asumir porque tenemos que repensar la filosofía y la espiritualidad de nuestros pueblos. Bolsonaro llegó al poder a través de iglesias evangélicas, lo que tenemos que llamar el neo pentecostal. No son las iglesias pentecostales reales. Reagan durante su presidencia formó lo que se llamó el instituto de religión y democracia, para penetrar a través de la religión y condicionar el pensamiento y la espiritualidad de la gente para llegar a esto, porque esto no es casual. Como el Poder Judicial sometido al poder político para los grandes intereses impuestos por los Estados Unidos. Yo estuve con Lula en la prisión, textualmente me dijo: “Compañero yo quiero que reconozcan mi inocencia, no he cometido ningún delito, esto es un golpe político para impedir volver a tener otra vez un gobierno del pueblo y para el pueblo”. Esas son las palabras de Lula. Y Leonardo Boff acaba de publicar una nota que dice que estamos en una guerra civil, encubierta, silenciada. Bolsonaro ya dijo que el Movimiento de los Sin Tierra son terroristas, que todos los del PT son terroristas que los va a meter preso por comunistas. Así que hay que tener mucho cuidado porque tenemos que recuperar la bandera de la dignidad humana. Derechos humanos y democracia son valores indivisibles, cuando se pierden los derechos humanos la democracia se debilita y deja de ser democracia. Pero no hay que bajar los brazos, no hay que perder la esperanza porque hay muchas reservas dignas, conscientes en nuestros pueblos y ahí apuntamos, vamos a tratar de recuperar ese mundo.